jueves, 27 de octubre de 2011

Comunicar, comunicar, comunicar

"Cuando ustedes digan 'sí' que sea realmente sí; y cuando digan 'no,' que sea no."1

No hace mucho tiempo dos de mis hermanas y un cuñado de Australia nos visitaron aquí en California. Juan, mi cuñado cayó en cama con un fuerte resfriado y se sentía muy mal. Él fue a una farmacia local para obtener alguna medicación o para tratar de conseguir algún medicamento. Se dirigió a la farmacia (químico, como él lo llamaba) y dijo en su fuerte acento australiano, "tengo un terrible resfriado y necesita medicina.
"Perdón;" dijo el farmacéutico, "¿que es lo que quiere?"

"Quiero un poco de medicina todie (hoy en inglés con su acento australiano) .

"No puedo hacer eso por usted," le dijo el farmacéutico. "Pero estoy muy enfermo y necesito ayuda todie," repitió Juan, y por más que lo intentaba él no podía entender por qué el farmacéutico no le ayuda. Juan terminó saliendo de la farmacia y volvió a casa muy frustrado.

Juan y el farmacéutico estaban hablando el mismo lenguaje, pero ninguno de ellos entendía al otro. Cuando Juan, con su pesado acento australiano, dijo: "Necesito ayuda todie," traducido al americano en realidad estaba diciendo: "Necesito ayuda (today) hoy."

Sobra decir que cuando nosotros "interpretamos" por él, todos tuvimos un ataque de risa.

En las relaciones sin embargo, la falta de comunicación puede ser la causa de malentendidos y conflictos considerables. Dos parejas o amigos pueden decir lo mismo pero cada uno lo interpreta de manera diferente. Cuando Joy y yo tenemos un desacuerdo (lo cual es raro), casi siempre es un problema de comunicación. Malinterpretamos lo que el otro había dicho. Creemos que lo que pensamos es lo que el otro estaba pensando cuando ellos no dijeron lo que pensamos que dijeron y no sabían lo que estábamos pensando. Así de confusa puede ser la falta de comunicación.

Así que… tres claves para las relaciones efectivas son: (1) comunicación, (2) comunicación y (3) la comunicación.

Así que de nuevo… todos nosotros (incluyéndome a mi) tenemos que atenernos a la antigua solución de contar hasta diez antes de perder los estribos cuando estamos molestos por lo que alguien mas ha dicho. Antes de saltar a una conclusión errónea, pregunte, "Estoy confundido, ¿te he oído bien?" Explique lo que ha escuchado, y después pregunte: "¿Es esto lo que querías decir? Si no, ¿me lo puedes explicar por favor, para evitar un malentendido?"

Nos hemos comunicado efectivamente sólo cuando el oyente interpreta en su pensamiento lo más cerca posible a lo que queríamos decir en lo que dijimos. Algo en lo que todos necesitamos trabajar al comunicarnos.

Se sugiere la siguiente oración: "Dios mió, gracias porque aun cuando no tengo las palabras adecuadas, entiendes lo que está diciendo mi corazón. Por favor, ayúdame a hacer lo mismo con todos mis seres queridos y mis amigos. Ayúdame, no sólo para ser un buen comunicador en lo que digo, pero también un buen oyente y a siempre escucha con el corazón así como con la cabeza en las relaciones cercanas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Mateo 5:37.
El contenido de esta informacion es propiedad de Encuentros Diarios, la verdad es que no me resisti y decidi colocarlo en mi blog. Espero que mas personas puedan tener acceso.